martes, 16 de abril de 2013

Quedada Sector Norte Ultra Trail CG Jaca 1/3

ENTRENOS
Quedada Sector Norte Ultra Trail CG Jaca 1/3
Sábado, 13 de marzo de 2013



            De nuevo vamos a hacer el recorrido íntegro del Ultra Trail Cazadores del Galicia de Jaca, valedero para el I Campeonato de Aragón de Ultra Trail FAM 2013. Pero en esta ocasión a través de una quedada con amigos, que en número de 16, y con la valiosa aportación del Club Atletismo Jaca, con otros 10 andarines, formamos un total de 26 personas dispuestas a dejarnos el mal pelo por estas sendas, caminos y pistas que constituyen el Sector Norte.

Llegando a Rapitán
            Radiante mañana. Puerta de la Ciudadela. Los andarines han salido media hora antes. Aquí y ahora, 32 bastones, si lleváramos todos, acompañando a unos que entrenan la prueba, otros que tienen curiosidad por el recorrido, y todos dispuestos a pasar una buena jornada de monte, en definitiva, salen recogidos para obviar el tintineo sobre la calzada urbana. Catedral, plaza Biscós, Avda. Escuela Militar de Montaña, plaza de los Danzantes, Hospital y por fin se pueden desplegar, por fin entra tierra en los surcos de las suelas de nuestras zapatillas, deseosas ya de ello.

            El ascenso hasta Rapitán lo hacemos enfilados, la senda no da para más, pero es agradable, muy agradable ver a tanta gente con un objetivo común, que no nos cansamos de repetir, el de disfrutar. En cabeza ya los más jóvenes, los más preparados, los que apuntan maneras, maneras de ir dejándonos atrás poco a poco a otro grupo más numeroso.

La Peña Oroel preside el Campo de Jaca
            Llegada al Rapitán no sin admirar el Campo de Jaca, presidido por la Peña Oroel, siempre la Peña Oroel, en esta mañana que tiene una luz especial, quizá el primer regalo primaveral. Damos la vuelta al fuerte, lo que nos permite ver alguno de los objetivos de hoy, Bergosa, Castiello, Grosín… Hay que hacer verdaderos esfuerzos para obviar la visión sobre este insulto a la inteligencia humana y al medio ambiente que es el horroroso edificio de apartamentos, y meternos por el bosque de carrasca y boj, para impregnarnos de su magia, que llevamos hasta el extremo de la loma. Descenso hasta el fondo del barranco. Por delante la pista que con fuerte pendiente nos ha de subir hasta el collado. Ya establecemos contacto visual con los andarines, que están en ella.

Arranque de la senda a Bergosa
            El grupo de cabeza ya nos va pillando distancia. Llegamos al collado, otro hito de hoy. Hora y cuarto a nuestro grupo. Cambio de ritmo. A partir de aquí ya podemos volver a respirar y hablar al mismo tiempo. Sube y bajas continuos, y la entrada a la senda, que nos coge desprevenidos a algunos. Está marcada con mojón de piedras, que reforzamos. Otra media hora hasta Bergosa, quizá porque damos caza ya al grupo de andarines y nos entretenemos charrando un poco con ellos.

Fuente y lavadero de Bergosa
            Entramos al abandonado pueblo por su parte alta, por unas eras, que atravesamos hacia el norte, pasando junto a unos grandes bidones para tomar el sendero que nos lleva a las ruinas de la románica iglesia de San Saturnino para bajar al camino que nos conduce hasta la fuente. Aquí nos agrupamos todos los que trotan y los que hacemos caco. La última vez que nos tienen paciencia. Cada uno a su ritmo, y que vamos regulando mediante sucesivas paradas, pero esta va a ser la última. Aquí van a empezar ya a llegar los andarines. Poco menos de dos horas.

Bajada al río Ijuez, en la Garcipollera
            Enfrente de la fuente está el lavadero, y justo a su lado hay que tomar una difuminada senda que, tras cruzar un pequeño barranco, nos va metiendo en el bosque, un bosque de pino de repoblación, como el de la Garcipollera, valle en cuya entrada estamos, y que nos va a dejar a los pies del río Ijuez, que agoniza ya, que va anunciando su rendición al Aragón. Semana a semana se va notando pelín de merma en su caudal, pero aún es lo suficientemente generoso como para no poderlo cruzar. Esperemos que en dos meses se pueda hacerlo. Ahora nos obliga a subir el talud ferroviario, para llegar al Camino de Santiago, junto a ese enorme puente de madera construido para facilitar el paso a los peregrinos.

En lo alto de la sierra de Angelé
            Un Camino de Santiago que tomamos en dirección inversa, para llegar hasta Castiello, donde repostamos agua y echamos un bocado. Dos horas y media. Atravesamos las traseras de una urbanización para tomar la pista que nos sube a la sierra de Angelé. El subir el primer tramo está concebido para que haya de todo, pero es más agradable, pero mucho más agradable el segundo, ya entre el bosque. Dejamos atrás el desvío para visitar las ruinas de la ermita de San Bartolomé y llegamos a lo alto de la loma, de un cordal que se yergue entre los valles del Aragón y del Lubierre, en cuya cabecera encontramos a Borau esperando que le hagamos ese homenaje visual, como obligado es el hacéselo a todo el eje pirenaico que alcanza nuestra vista, y que es mucho.

En la cima del Grosín
            Brusco giro hacia el sur. Brusco, también, cambio de ritmo. Volvemos a respirar, volvemos a hablar. Establecemos contacto visual con el puerto fuera de categoría de la jornada, vemos ya el monte Grosín, que con no demasiada prominencia está ahí esperándonos. Unos cientos de metros de pista que sube y baja, para variar, y nos situamos en el arranque de un sendero que nos hace agradable el ascenso, vestidos de bosque. Cima del Grosín. Quedamos 8 en nuestro grupo, con vocación ya desde hace tiempo de no permitir más disgregues. Cuatro horas justas desde la salida de la Ciudadela de Jaca.

San Juan de la Peña y Bal Ancha
            Por detrás, bajo la espectacular visión pirenaica, el camino recorrido. Por delante, el que queda por recorrer. Barranco de Castelillo, Bal Ancha y Jaca, para hoy. Pero nos tiemblan las piernas pensar que el día de la prueba eso será sólo para cubrir poco más de un tercio del recorrido, ya que tenemos enfrente la sierra de San Juan de la Peña (Sector Sudoeste), y la Peña Oroel (Sector Sudeste), incluidas ambas en el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, como máximas cotas para las dos quedadas sucesivas.

En busca del tramo inferior del barranco
            Bueno, pues eso, sin embobarse demasiado emprendemos el descenso por la solana, que sólo cría piedras y aliagas, vientos y soledades, pero que en poco nos deja en la pista, que recorremos en pequeño tramo hacia el oeste, hasta las ruinas de unas viejas cabañas, donde volvemos a tomar un sendero hacia el sur, en la cabecera ya del barranco de Castelillo. Nuevo cambio de ritmo. Nuevo campo visual, de las amplitudes a estar engullidos por el bosque, que nos hace, y hará en su día, agradable este tramo. El breve paso por un ancho cortafuegos nos deja en una enorme explanada, unos antiguos campos, ya abandonados, como también las espaldadas casas que los regían. Ante nosotros una pelada loma, que dejamos a nuestra derecha, para volver a buscar el cauce del barranco, que tras un descenso por lazadas, encontramos y cruzamos, para llegar a la pista que viene de Caniás, y que tomamos para alcanzar Guasillo. Cinco horas y veinte.

Repostando en Guasillo
            Parada a echar trago y a recomponer las neuronas, que siguen sin entender lo que está pasando, y mira que se lo hemos explicado, eh? Seguimos disfrutando por esta Vereda Oeste de Jaca, que luce como nunca en las últimas décadas sus mejores galas. Los fosforescentes campos ofrecen unas tonalidades de un verde subido que refrescan visualmente estas horas centrales del día. Asieso, que saludamos en marcha, y senda de los Indios, para llegar a la carretera de Aísa, que cruzamos para pasar por debajo de la loma de San Miguel, donde hay quien dice que se ubicaba una ermita en tiempos, pero de la que nadie ha encontrado resto alguno.

Puente de San Miguel
Bajada, pues, al puente del mismo nombre, medieval, sobrio, austero, precioso, otro icono del recorrido, y subida a la corona de Jaca. Llegada al Rompeolas y ya por domesticado Camino de Santiago llegamos a la trasera del acuartelamiento. Rodeo del IPE y llegada a la puerta principal de las instalaciones militares que albergan al Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64, sin cuyo apoyo sería imposible que la Asociación Cultural y Deportiva Cazadores del Galicia pudiera organizar esta prueba. Una prueba no pensada sólo para ultra hombres y ultra mujeres, no, sino para todos aquellos que quieran poner a prueba su resistencia por estos variados caminos, como somos la mayoría de los componentes de este grupo, que en seis horas y diez minutos hemos terminado de recorrer los en torno a 34 kilómetros de este Sector Norte, con 1.685 metros de desnivel positivo acumulado.

          Y vosotros, qué?, os vais a quedar ahí, mirando?



El reportaje completo de fotos, en:


4 comentarios:

  1. Que pasada!!! Sois unos campeones!

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    1. Menos lobos, caperucita... que tú también puedes. Ánimo!!!

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  2. Recordarás Chema, que cuando pasamos por la loma de San Miguel, me fui a curiosear a la cima, donde no había estado nunca. Luego se me olvidó comentártelo, pero me pareció que reunía todas las condiciones para haber albergado una ermita. Imposible una cima más llana y plana.
    Mediante la imaginación intenté trasladarme al pasado, pasando por los cientos de años desde que se hubiera construido la supuesta ermita hasta unos días en los que, por lo que fuera, se fue conviertiendo en ruinas. En un monte tan llano y de tan reducidas dimensiones, resultaría muy aparente ir tirando las piedras de la ruinosa ermita ladera abajo, por cualquiera de sus vertientes. Desde un juego de niños, hasta el interés arquitectónico que podrían provocar en algún lugareño... hasta que no quedó ninguna.
    Si hubiera quedado alguna, no sé si yo hubiera resistido la tentación...

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    1. Bonita reflexión, Michel. A mí no me daba para tanto después de toda la tralla que nos metimos. Gracias por el comentario.

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